sábado, marzo 30

La aventura de los días presentes

Oney Clavijo en la búsqueda del ser interior
Oney Clavijo: La vida del juego es la misma de los masters

Oney Clavijo

La vida de los jugadores es muy diferente a la vida del juego, sin embargo para algunos masters esto es diferente. El master que tiene una vida rica en conflictos y en responsabilidades puede exteriorizarr su lado humano en la historia. Por ejemplo, el amor de nuestra vida a veces puede ser un principe o princesa pero más bien será un primo que nos critica y nos señala los errores, el primo de uno de los personajes de la historia quiero decir. Nuestro jefe o jefa facilmente sería una villana, pero también puede ser una familia o gremio de aventureros rivales que constantemente nos exigen trabajar mejor, amenazan con sustituirnos y quitarnos lo poco que hacemos cada semana de trabajo. Sus hechizos conspiradores convierten nuestras monedas de oro macizo en arena sin consistencia.
La vida es una gran conspiradora. Ella puede ser un mundo gris y feo con destellos de sol cuando nos reunimos con nuestros amigos. La vida con sus vaivenes puede también ser un mar, el Mar de aguas desconocidas repletas de navíos hermosos y peligrosos que buscan tesoros en paraisos vegetales.
Mi historia de esta semana es sin duda, una repleta de mi vida. Los aventureros se adentran en el mar en su nave recién adquirida. Como en la vida nada les pertenece y no saben si algún día lo hará. El viaje es  hacia la isla de Bandar Al-Sadat, donde un mercado lleno de peligros y viajeros ricos los espera. Mi vida es una búsqueda también, busco la riqueza material y la riqueza espiritual, como todo el mundo, pero en este momento mi navío se encuentra avanzando en una corriente desconocida, mi barco se desvia de la senda que los vientos describen en las cartas de navegación. Eso mismo ocurre en la aventura, es muy extraño pero por esas razones misteriosas de la vida su nave ya no va con el viento.
Llamemos a ese contra viento Llanwar Bern. Un hechicero Sha-ir de ese clan enemigo de aventureros que mencionamos anteriormente. Llanwar se ha enterado que nuestros aventureros tratan de viajar a Bandar en busca del gran tesoro legendario. Llanwar ha invocado un hechizo y las velas de la nave de los personajes se han convertido en telaraña deshecha con el viento. A pesar de los reproches, no queda otra que ver a dónde nos lleva la corriente en esta aventura desconocida.
El capitan, como ese padre que nos abandonó de pequeños, o mejor dicho como el que soñamos que sería si nó nos hubiera abandonado, insiste en que conservemos la calma y veamos la forma de llegar a puerto seguro. Te amo papá aunque me hayas abandonado y siempre te extrañaré sin importar mi edad.
Como decía, el capitán, no sabe qué hacer pero considera que la corriente es fuerte y que en un par de días a la deriba deben estar cerca de alguna isla. Parece un plan desquiciado pero ninguno de los hechizos que llevan los aventureros parecen ofrecer ninguna opción diferente. Más o menos como cuando nos damos cuenta que hemos pasado la vida estudiando cosas diferentes esperando estar bien preparados para la vida, y esa vida nos pone en una situación donde nada de lo que sabemos nos sirve para nada.
¿Y los monstruos dónde viven? En ese compuesto de nuestra vida con dolorosas escenas de pérdida y gloriosas victorias llenas de oro y plata, debe haber monstruos. ¿Será la vida? No. Debe ser algo mucho peor, pero ¿qué? Para mí, nada es mas destructivo en la vida que no estar preparado para lo que se nos presenta: lo inesperado. Esos son los monstruos, las pesadillas que no nos dejan dormir. ¿Cómo pagaremos las deudas?¿En dónde trabajaremos el próximo mes? El fantasma del hambre, del desamparo y claro, la muerte de los seres queridos. Esos son los monstruos de nuestra vida y de nuestras aventuras de juegos de rol.

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